La Copa America 1924 (por entonces Sudamericano) se jugó en Uruguay, tal como había sucedido en la edición del año anterior. Sin embargo, fue organizada por la Asociación Paraguaya de Fútbol. En el artículo anterior hablamos de Club atlético Cerro.
La de 1924 fue la octava edición del Sudamericano -hoy conocido como Copa América- que se jugaba prácticamente todos los años pero entre muy pocas selecciones: las primeras veces iban solo Uruguay, Argentina, Brasil y Chile. Luego, y tímidamente se fue sumando Paraguay y Bolivia.
Y, lógicamente, hasta la edición del 1923 todas habían sido organizadas por los cuatro países que impulsaron esta Copa. Hasta que llegó la del 24, particular, en uno de los años más gloriosos en la historia del fútbol nuestro.
Copa America 1924
Los libros dirán por siempre que se jugó en el Parque Central de Montevideo, que participaron Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile y que la celeste fue campeona invicta, al vencer a guaraníes y trasandinos e igualar sin goles contra los vecinos rioplatenses. La estadística indicará que el goleador fue Pedro Perucho Petrone, el primer oriental en ser operado de los meniscos, con cuatro goles en su haber. La curiosidad será hasta la eternidad que los argentinos no pudieron ser campeones, aun sin haber recibido ningún gol.
Pero la letra chiquita, esa que tanto dice pero que tan pocos leen, dejará en constancia que el torneo fue organizado por la Asociación Paraguaya de Fútbol, a quien le correspondía tal responsabilidad debido al sistema de sede rotativa que había impuesto la CONMEBOL.
¿Por qué no se jugó, entonces, en la tierra de Chilavert, Ismael Benegas y Larissa Riquelme?
Porque en Paraguay, donde el fútbol aun no era un deporte tan popular como en el Río de la Plata, no había un estadio adecuado para albergar tal torneo ni, mucho menos, una hotelería acorde para recibir a las delegaciones. Entonces, le pidió “prestada” la infraestructura a Uruguay, que venía de salir campeón olímpico.
El título fue para la celeste pero las recaudaciones, millonarias porque se jugó cada encuentro a Parque lleno, fueron para la tesorería paraguaya, que debió esperar hasta 1999 para albergar de verdad su primera Copa América en la que, historia obliga, Uruguay lo dejó eliminado.