El 12 de julio de 1998 Francia goleó 3 a 0 a Brasil y se consagró campeón del Mundial que organizó. En esa final, Ronaldo, de 21 años y llamado a ser la figura del campeonato, se arrastró en la cancha. Tiempo después se sabría el motivo principal de su mal rendimiento. Ronaldo Mundial 1998 – en este articulo. En el artículo anterior hablamos de Himno del liverpool.
Cada Mundial son varios los futbolistas llamados a consagrarse. En el 98, todo el público esperaba que Ronaldo, suplente cuatro años antes cuando Brasil dio la vuelta en USA 94, dé cátedra futbolística. Con cuatro goles en los primeros seis partidos, el delantero venía teniendo buenas actuaciones pero todo se derrumbó el día de la final.
Ronaldo Mundial 1998 – a través del cabello de la muerte
En el Saint Denis, lujoso estadio que se fabricó para la Copa del Mundo de Francia, el local apabulló con un contundente 3 a 0 a los sudamericanos y el aporte de Ronaldo fue escaso. Se ganó la dura crítica de toda la prensa mundial pero, especialmente, la de su país, que por un tiempo no le perdonó tan mala actuación. Con el tiempo, sin embargo, se conocieron detalles de los problemas que sufrió el atacante la misma mañana de la final e, incluso, se aseguró que estuvo cerca de morir.
Al principio se adujo que sufrió ataques de epilepsia pero recientemente uno de los médicos de la delegación aseguró que tuvo problemas cardíacos. “Ronaldo estaba en la cama siguiendo una carrera de Fórmula 1 y una inclinación artificial del cuello comprimió el glomus carotídeo, un órgano secretor responsable de regular el ritmo cardíaco y la presión arterial. La frecuencia cardíaca tuvo una caída que le provocó el desmayo y las convulsiones”, explicó Bruno Caru.
Revisión de salud
Eso fue a primera hora de la mañana y en el hotel brasilero se vivió una revolución, que alteró los ánimos de todos en tan importante fecha. A Ronaldo se le efectuaron estudios cardiológicos que arrojaron que durante el tiempo en el que sufrió las convulsiones tuvo un ritmo cardiaco de 18 latidos por minutos, lo que significa que durante ese periodo no había tenido prácticamente ninguna actividad eléctrica ni mecánica en el corazón.
A las pocas horas Ronaldo fue anestesiado con remedios, lo que lo privó de tener todas sus facultades al máximo. Contrariamente a la recomendación médica, el delantero quiso jugar la final, presionado en parte por Nike, su sponsor personal, que había invertido mucho en el jugador y con el que había arreglado que, una vez que concluya el partido, debía colgarse los botines en el cuello, tal como muestra la foto, según denunció la revisa El Gráfico días después. Además, tenía otro contrato firmado: debía jugar los 90 minutos de todos los partidos del Mundial.
Tiempo más tarde, el jugador hizo declaraciones al respecto. “No recuerdo bien, pero me fui a dormir y luego, como dijo el doctor, tuve un ataque de convulsiones que duró 30 o 40 segundos. Luego desperté y me dolía todo el cuerpo, pero con el tiempo el dolor fue disminuyendo y pude relajarme un poco”, explicó Ronaldo.
“Tuve un miedo terrible. Perdimos el Mundial, pero yo gané otra copa, la de la vida”, concluyó. En el siguiente Mundial, Ronnie tendría su revancha personal y, en el 2006, se transformaría en el máximo goleador en la historia de esta competición. Por suerte, lo del 98 no fue más que un mal recuerdo.