El Mundial de 1974 fue para Alemania Federal pero, en la fase de grupos, cayó 1 a 0 ante Alemania Oriental, la menos poderosa futbolísticamente, en una jornada que quedará para el recuerdo eterno en el fútbol. Un uruguayo estuvo presente directamente aquel día. En el artículo anterior hablamos de Selección de fútbol de Brasil.
Las Copas del Mundo son una buena ocasión para que dos países enemistados políticamente puedan dirimir una pequeña parte de sus diferencias dentro de la cancha de fútbol. Y, a veces, suele ganar quien menos poder tiene desde varios puntos de vista. Así, Irán venció 2 a 1 a Estados Unidos en Francia 98, Argentina eliminó a Inglaterra en los cuartos de final de México 86 o Alemania Oriental, la parte más débil -al menos futbolísticamente- desde que se separó el país teutón, superó a la poderosa Alemania Federal.
Separación de Alemania en Democrática y Federal
Vamos a detenernos en ese partido, en su historia y en sus consecuencias. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Alemania quedó dividida en dos: al occidente se creó la Federal y al oriente la Democrática, separadas por el muro de Berlin. La primera de éstas fue fundada por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, mientras que la restante por la URSS. Quiso el destino que para el Mundial de 1974, celebrado en Alemania Federal, ambas selecciones debían enfrentarse en la fase de grupos.
Para el anfitrión era moneda corriente jugar una Copa del Mundo: había faltado únicamente a la de Brasil, en 1950, por las nefastas consecuencias que les dejó la Segunda Guerra; para la Oriental, en cambio, era su primera experiencia en el torneo de selecciones por excelencia. Dos extremos futbolísticos se enfrentaban: quien supo ser campeón en 1954 ante el benjamín.
El partido quedó establecido para la tercera fecha del Grupo A, ambos llegaban en buena forma y prácticamente clasificados a la siguiente instancia: Alemania Federal le ganó 1 a 0 a Chile y 3 a 0 a Australia, mientras que la Democrática superó 2 a 0 a los oceánicos e igualó 1 a 1 ante el país que está más allá de los Andes.
Alemania Mundial 1974 – gran partido
El 22 de junio de 1974, a las 19.30 hora local, en el Volksparkstadion de Hamburgo, ante 60.350 personas y bajó el arbitraje del uruguayo Ramón Barreto, se jugó el esperado encuentro, que regalaba un aburrido 0 a 0 hasta cerca del final. A falta de 13 minutos, la historia de varios cambiaría para siempre.
Jürgen Sparwasser, futbolista de la Alemania Democrática, aprovechó la desatención de Franz Beckenbauer, Berti Vogts y Horst Höttges y en el área sacó un fuerte remate que vulneró al arquero Sepp Maier. Era el 1 a 0 para el equipo más débil. Era una de las sorpresas más grandes en la historia de los Mundiales, incluso hasta el día de hoy.
Por más fuerza que hicieron los locatarios hasta el final, el resultado fue inamovible. Y el futuro cercano aumentó la significación de la hazaña: Alemania Federal resultaría campeón de ese Mundial, al derrotar en la final a Holanda, mientras que la Oriental quedó afuera en la siguiente ronda, tras finalizar último en su grupo.
Sparwasser, el autor del histórico gol, declaró años después del milagro futbolístico: “Era golpear al enemigo. Golpear al enemigo donde más le duele. Mucha gente entonces lo veía así. Si en mi lápida pusieran ‘Hamburgo, 1974’, todos sabrían quien yace debajo”. Beckenbauer, en cambio, afirmó que esa histórica derrota los terminó salvando: “El gol de Sparwasser nos despertó. Sin él nunca habríamos ganado aquel Mundial”.
Habrá que creerle.
Ficha del partido
Alemania Oriental 1: Juergen Croy, Gerd Kische, Bernd Bransch, Konrad Weise, Siegmar Waetzlich, Harald Irmscher (66′ Eric Hamann), Lothar Kurbjuweit, Hans Juergen Kreische, Reinhard Lauck, Jürgen Sparwasser, Martin Hofmann. DT: Georg Buschner.
Gol: Jürgen Sparwasser (78´)
Alemania Federal 0: Sepp Maier, Berti Vogts, Paul Breitner, Hans Georg Schwarzenbeck (68′ Horst Dieter Hoetgges), Franz Beckenbauer, Bernd Cullmann, Juergen Grabowski, Uli Hoeness, Gerd Muller, Wolfgang Overath (69′ Guenter Netzer), Heinz Flohe. DT: Helmut Schoen.