El Selección de fútbol de Brasil del 70 fue uno de los equipos más revolucionarios en la historia del fútbol; jugando con cinco números 10, fue campeonísimo en el Mundial de México. En el artículo anterior hablamos de René Higuita.
Seis partidos jugados, seis ganados, 19 goles a favor. Esos son los números del Brasil campeón de México 1970. Evidentemente fue uno de los mejores equipos en la historia de este deporte pero, además, fue de los más vistosos. Mario Lobo Zagallo, su entrenador, causó una verdadera revolución al utilizar juntos a cinco jugadores que jugaban de 10.
Cuando planteó su idea, el DT fue muy criticado. Decían que era un equipo sin marca, al que sería fácil hacerle goles. Tan errados no estaban, pues recibió siete en seis partidos. Lo que no tenían en cuenta, eso sí, era del potencial ofensivo que podían conseguir esos futbolistas. Quedó demostrada, como nunca, que no hay mejor defensa que un buen ataque.
Selección de fútbol de Brasil 1970
Pelé, Gerson, Tostao, Rivelino y Jairzinho se encargaron de elaborar de las jugadas más lindas en la historia de los Mundiales. Eran el jobo bonito en su máxima expresión y arrasaron con cuanto rival se le presentó enfrente. Primero pasó Checoslovaquia (4 a 1), luego Inglaterra (1 a 0) y Rumanía (3 a 2). En cuartos dejó por el camino a Perú (4 a 2) y en semis se cruzó con Uruguay.
La celeste hizo un primer tiempo dignísimo y se puso en ventaja, pero en una de las últimas del primer tiempo Brasil empató, Clodoaldo mediante y en el cuarto de hora final del partido encontró dos goles más, para sellar su triunfo más sufrido del campeonato.
Esa tarde, Pelé estuvo cerca de hacer uno de los goles más lindos desde que se crearon las Copa del Mundo, ante Mazurka, pero falló por poco.
En la final pasó por arriba a Italia al que goleó 4 a 1; dicen los que vieron muchas, que fue el partido decisivo de un Mundial menos parejo de la historia.
Los cinco 10 de Brasil, además de dar espectáculo, hicieron goles: Jairzinho hizo siete, Pelé cuatro, Rivelino tres, Tostao dos y Gerson uno.
Así fue Brasil en el 70. Un equipo que se armó apenas meses antes de México, cuando asumió Zagallo. Dejaron en claro que para jugar al fútbol, más que prepararse bien, pulir el funcionamiento y entrenarse al máximo hay que saber, ante todo, precisamente eso: jugar al fútbol.