Un día antes de cumplir 71 años, falleció Pedro Virgilio Rocha, radicado en Brasil. Cuatro veces mundialista con la selección, ganó tres Libertadores y dos Intercontinentales con Peñarol. También brilló en el San Pablo. En el artículo anterior hablamos de José Sanfilippo.
Se trata de esas glorias que, seguramente, no tengamos nunca más en el fútbol uruguayo. Al menos, habrá que esperar varios años más. Porque el salteño Pedro Virgilio Rocha, nacido un 3 de diciembre de 1942, ganó prácticamente todo lo que jugó. Le faltó consagrarse en un Mundial para llenar el cartón.
Pedro Virgilio Rocha – carrera futbolística
Fue tres veces campeón de América y dos del Mundo con Peñarol, en la década dorada del 60 para el elenco mirasol. En ese entonces, formaba un equipo notable con jugadores de la talla Spencer, Joya, Abbadie, Goncalves, Caetano y Mazurkiewicz, entre tantísimos otros. En el manya también ganó la Supercopa de Campeones Intercontinentales y ocho campeonatos uruguayos. Todo entre el 58 y el 70. Los números son escalofriantes.
Hipercampeón en nuestro medio, pasó al San Pablo de Brasil, donde también brilló. Allí, no obstante, no ganó “tanto”: dio la vuelta olímpica tres veces con el equipo paulista, donde también fue un ídolo emblemático. Sobre el final de su carrera, pasó por otros tres clubes brasileros, el Monterrey mexicano y al Al-Nassr de Arabia Saudita.
Con la selección uruguaya participó de cuatro mundiales: Chile 62, Inglaterra 66, México 70 y Alemania 74, record que ostenta hasta el día de hoy: ningún otro futbolista charrúa participó tantas veces de la máxima fiesta del fútbol.
Carrera de entrenador
Luego de su retiro realizó una extensa carrera como entrenador en Brasil, pero desde el 2008 comenzó a sufrir una atrofia en el mesencéfalo, enfermedad que, paulatinamente, le quitó el habla y la movilidad. A un día de cumplir 71, el Verdugo falleció en su casa junto a su familia.
No son pocos los uruguayos que lo vieron jugar y que afirman que fue el mejor futbolista que dio esta tierra en toda la historia. Subjetividades aparte, nadie debería dudar que Rocha era uno de esos tantos jugadores por los que la gente siente orgullo de decir: “era uruguayo, como yo”.