En el tercer partido de Uruguay en el Mundial de Chile 62, la celeste se jugaba todas sus cartas ante la Unión Soviética. En un encuentro friccionado, uno de los futbolistas uruguayos (Eliseo Alvarez) se lesionó temprano en el partido, pero eso no le impidió continuar en la cancha el resto del partido. En el artículo anterior hablamos de Seleccion de futbol de Hungria.
El Mundial de 1962 se presentaba como una oportunidad para que la Celeste se reivindicara. En la Copa del Mundo de 1954, Uruguay había perdido por primera vez en el certamen ante Hungría, quedándose en las semifinales. La edición de 1958 fue mucho más traumática aún, pues fue la primera ocasión en la que Uruguay se quedó afuera por resultados deportivos. Tras ser goleado por Paraguay, la Celeste sufrió su primera frustración eliminatoria.
Chile 62
En Chile, Uruguay integró el Grupo 1 junto a Colombia, Yugoslavia y la Unión Soviética. Los dirigidos por Juan Carlos Corazzo (suegro de Pablo Forlán y abuelo de Diego) disputaron todos sus partidos en la ciudad de Arica, arrancando con una victoria ante Colombia por 2 a 1, con goles de Luis Cubilla y José Sasía. En el segundo partido, Ángel Ruben Cabrera abrió la cuenta ante Yugoslavia, pero luego vendrían tres goles que sellarían la derrota celeste.
Eliseo Alvarez
Uruguay tenía que derrotar a la Unión Soviética para poder clasificar a la siguiente ronda. La URSS se puso arriba a los 38 minutos, con gol de Mamykin. A los 54 Sasía anotó su segundo gol en el certamen, poniendo el empate, pero casi sobre el final Ivanov mandaría a Uruguay a casa con el 2 a 1 definitivo que clasificó a la URSS como cabeza del grupo y a Yugoslavia como segundo.
El partido fue friccionado, con oportunidades de gol para ambos, pero también con muchos encontronazos entre futbolistas. El más trágico fue el de Eliseo Alvarez, el 5 de Nacional que en ese cotejo jugó como lateral izquierdo, sustituyendo a Pedro Cubilla. Cuando corrían 25 minutos del primer tiempo, Álvarez se fracturó un tobillo al chocar con Igor Chislenko
Pero en en el Mundial de 1962 no existía la posibilidad de hacer un cambio de jugador durante el desarrollo del partido. Esa regla que nos parece tan normal hoy en día, tuvo un largo desarrollo y una introducción gradual. A lo largo de los años 60 se fue permitiendo la sustitución de un futbolista, pero solamente en caso de lesión; luego -hacia 1969- también se permitió la sustitución táctica.
En ese entonces, si un futbolista se retiraba de la cancha, su equipo lisa y llanamente quedaba en inferioridad numérica. Alvarez, consciente de eso, se resistió a abandonar a su equipo y -aún rengueando- permaneció en la cancha para seguir en busca de la clasificación a la siguiente ronda del Mundial. Si hay diferentes formas de ganar, también las hay de perder; y esa entrega de Álvarez no ha pasado inadvertida por la memoria del fútbol uruguayo. Más sobre este futbolista.