En el Mundial de 1930, Bolivia quiso homenajear a Uruguay pero un jugador estuvo distraído. Eso generó un sinfín de conjeturas y especulaciones pero la historia real es mucho más simple y, naturalmente, menos legendaria. En el artículo anterior hablamos de Oscar Miguez.
Mundial 1930: ¿A dónde fue la letra U?
Una de las imágenes más famosas del Mundial de Uruguay 1930 es la formación de la selección nacional de Bolivia, cada uno con una remera con una letra distinta, que formaron las palabras “U-R-U-G-A-Y V-I-V-A”. La ausencia de la tercera “U” que le da nombre a nuestro país motivó un montón de especulaciones.
Que el futbolista que debía portarla estaba enfermo y faltó al match; que se negó a homenajear a un potencial rival, entre otras de menor relevancia.
Pero la realidad es mucho más simplemente; sencillamente, el jugador del altiplano estaba distraido en ese momento y no se colocó junto a sus compañeros cuando se formaron para ser fotografiados. Bolivia pretendió hacerle un homenaje a la selección anfitriona, por lo que cada uno de sus futbolistas salieron a la cancha con una de esas once letras en el pecho. Como muestra la siguiente foto, lograron hacerlo bien cuando se formaron en línea frente a la tribuna principal, que los aplaudió durante un largo rato.
Luego, llegaría la distracción de uno de los jugadores para, después, dar pie a un hecho aun más curioso: las remeras con las letras en el pecho no se trataba de una prenda extra, si no que era la misma camiseta boliviana. Así, a los verdes se los identificaba por la Y, la U, la R o la V.
Esa tarde, en el Parque Central, Bolivia perdió 4 a 0 con Yugoslavia, en partido disputado el 17 de julio en horas del mediodía. En su segunda y última presentación se comieron el mismo resultado adverso, esta vez ante Brasil. De todos modos, hermanos bolivianos, gracias totales.
ACTUALIZACIÓN:
La gente del proyecto Archivo Estadio, al que conocimos mediante el artículo sobre Penal Largo, compartió con nosotros una imagen de 1945 en la que se puede apreciar que el saludo Boliviano no se limitó a este caso que mencionamos.